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El alcohol siempre altera, nuestra capacidad para conducir y minimizar riesgos.

El alcohol siempre altera, nuestra capacidad para conducir y minimizar riesgos.

Publicado: 06 de Enero de 2023
Fuente: TN


La alcoholemia cero al volante puede salvar muchas vidas.

Está comprobado que la ingesta de alcohol cuando conducimos puede producir accidentes fatales. Cuáles son sus efectos nocivos, cómo atenuarlos y evitar poner en riesgo lo más valioso que tenemos.

El alcohol está presente en al menos 1 de cada 4 siniestros viales con fallecidos, según advierten desde la página web del ministerio de Transporte de la Nación. Desde Luchemos por la Vida, la campaña para las fiestas de Fin de Año se centró en promover la alcoholemia 0 para evitar los accidentes fatales.

Según el Observatorio Vial Nacional, “circular con alcohol en sangre, por mínima que sea la cantidad consumida, aumenta tres veces las posibilidades de causar un siniestro vial”.

En todos los casos y geografías, los datos son contundentes e imponen el tema: la alcoholemia cero debe regir en todo el territorio nacional porque puede salvar vidas.

“La ley de Alcohol Cero al Volante es importante porque ubica cuál es el problema que tenemos. La Argentina es el tercer consumidor de alcohol de América y, en las edades más jóvenes –menores de 18 años y de 30–, nos ubicamos primeros”, señaló Carlos Damín, jefe de Toxicología del Hospital Fernández y presidente de la organización Fundartox, (M.N. 81.870).

Otras causas

El especialista sostuvo que la segunda causa que justifica la necesidad de una norma que convalide la prohibición total de consumir alcohol al conducir es la alta siniestralidad bajo los efectos del alcohol que marcan las estadísticas: en 1 de cada 4 accidentes que se producen, el conductor arroja una alcoholemia positiva.
“La tercera causa de importancia es que las provincias que tienen una ley de Alcohol Cero al Volante han disminuido la siniestralidad en forma contundente. Es importante que la Nación tenga una ley de Alcohol Cero para que la gente entienda la importancia de tener o un conductor designado o que cuando uno va a conducir no beba alcohol”, expresó el toxicólogo.

Asimismo, añadió: “Entonces no andamos por la cornisa, hay gente que no sabe cuánto es 0,5 gramos de alcohol en sangre. Hay quien cree que se alcanza con tres cervezas y otros con una, entonces caminamos siempre en el límite y eso es lo que tenemos que evitar”, agrega el toxicólogo.

La ley de Alcohol Cero en la Argentina

En nuestro territorio, 13 provincias y más de 40 municipios ya cuentan con la ley de Alcohol Cero al Volante. Buenos Aires, cuya legislatura aprobó la ley el 16 de diciembre pasado, tiene el parque vehicular más grande del país (representa el 38% de los vehículos y el 28% de las motos que circulan) y unos 5 millones y medio de personas con licencia de conducir.

A nivel nacional, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), dependiente del ministerio de Transporte, elaboró e impulsa una ley de Alcohol Cero al Volante que en noviembre obtuvo la media sanción de la cámara de Diputados y está a la espera de ser tratada en el Senado.
En las provincias donde aún no entró en vigencia la ley, el límite actual permitido para circular es de 0,5 gr/l para automovilistas y 0,2 gr/l para motociclistas.

El alcohol y sus efectos sobre el cuerpo

El doctor Damin explicó por qué consumir alcohol es nocivo a la hora de manejar y en qué forma repercuten sus efectos en el cuerpo: “Tomar alcohol produce efectos claros sobre el sistema nervioso central, el periférico y sobre todo el organismo a lo largo del tiempo. En el momento en que uno consume alcohol, en el cerebro lo que primero se altera es el estado de conciencia en forma de depresión (el alcohol es un depresor del sistema nervioso central, produce sueño)”.

“Se produce una alteración en la capacidad de discriminar un riesgo y un peligro y poder tomar una decisión al respecto; altera la capacidad de interpretar espacios, es decir, longitudes y distancias y disminuye claramente los reflejos. Entonces frente a la detección de un riesgo, la toma de la decisión de, por ejemplo, accionar el freno está disminuida”, indicó el especialista.

El alcohol, la comida y los medicamentos

El alcohol suele acompañar las reuniones familiares, con amigos y cuando estamos solos. Solemos tomar para relajarnos, para animarnos o para quitarnos las penas. Sin embargo, ¿Sabemos cómo atenuar sus efectos?

Damin opinó: “El alcohol nunca debe tomarse sin haber ingerido un alimento previamente. Cuando se lo toma por placer, por gusto, siempre debe acompañarse de alimentos y de ingesta de agua. Siempre la alcoholemia es menor cuando se ingirió junto con alimentos porque enlentecen la absorción en el estómago, entonces, una copa de vino va a producir una alcoholemia más prolongada pero más baja”.

El jefe del Servicio de Toxicología del Hospital Fernández complementa:

“Y en el caso del agua es importante porque el alcohol es un diurético y por lo tanto produce sed. Si una persona tiene sed y toma una bebida alcohólica al rato va a orinar más, va a tener más sed, va a tomar más bebida alcohólica, va a orinar más, es decir, se entra en un círculo vicioso y de ese círculo vicioso solamente se sale con la ingesta de agua”.

El efecto depresor del alcohol puede verse potenciado por la ingesta de medicamentos y este no es un dato menor. “Muchas veces la gente no tiene en cuenta, pero toma analgésicos o inductores del sueño, ansióliticos o miorrelajantes y esos sí interactúan con el alcohol y pueden potenciar su efecto. Eso es muy importante porque muchas veces alguien que tiene una alcoholemia que para la ley actual está dentro de lo permitido, es decir, por debajo de 0,5 gr/l, si, por ejemplo, tomó un miorrelajante o un ansiolítico a la mañana del mismo día, el efecto del alcohol va a verse potenciado y aumentar el índice de alcoholemia”.

¿Se puede medir el Alcohol Cero?

Cuando se promueve una ley, por diversas razones, siempre hay voces encontradas, la ley de Alcohol Cero al Volante no es la excepción. En este caso, el tema que se debate en opiniones mediáticas está centrado en la posibilidad o no de medir la alcoholemia cero.

El doctor Sergio Saracco, exministro de Salud de la provincia de Mendoza, expresó recientemente al portal Memo, Política, Economía y Poder su disidencia con algunos aspectos de la ley: “No puede haber una norma exigiendo alcoholemia cero”. El actual director del Observatorio de Salud Pública y Problemáticas de Consumo, amplió sosteniendo que “el consumo de bebidas alcohólicas debe ser cero para manejar, lo que es distinto a decir alcoholemia cero”.

El argumento de Saracco para sostener su opinión es que la misma actividad vital puede generar niveles de alcohol en sangre: “La única forma que dé cero es que no haya actividad vital. Hay cambios que se van generando y no existe el cero absoluto en lo biológico; en nuestro intestino hay procesos fermentativos, con azúcares, y estos pueden incrementar el nivel cero”.

El médico manifestó también que, sin haber consumido alcohol, una persona puede dar hasta 0,1 de alcohol en sangre, teniendo en cuenta la forma en que se realiza el test de alcoholemia en los controles de tránsito.

La opinión de otro experto

Sin embargo, el doctor Damín señaló que “los alcoholímetros determinan exactamente la cantidad de alcohol etílico en sangre y no se confunde con ninguna otra cosa”.

“De hecho hace 28 años que la ley dice que los profesionales que conducen deben tener 0 y nunca hubo problemas al respecto para controlar. Cuando se controla a los motorman de los trenes o a los choferes de larga distancia, a los camioneros o a los taxistas, el 0 siempre fue 0 y nunca se lo discutió. Lo que se hace es calibrar a los equipos para que ante mínimas alteraciones marque 0, pero simplemente es una cuestión de calibraje, no hay formas, ni con enjuagues bucales de alterar las determinaciones del alcoholímetro”, añadió.

Además, indicó: “Este error técnico del que hablábamos tiene que ver con la calibración, todos los equipos tienen un margen de error, todos. Se mida lo que se mida. Cuando a uno le miden la glucemia en un laboratorio, siempre hay un margen de error, pero ese error está considerado, se considera 0 todo lo que está debajo de 0,1. Esta discusión pretende ser de algo técnico cuando se trata de una decisión política. ¿Estamos dispuestos a que la gente conduzca sin alcohol en sangre o la respuesta es no?”.

“Es cierto que todos los aparatos, el ciento por ciento de lo que se quiera medir, tienen un margen de error, pero eso no imposibilita que uno pueda controlar y llevar la política de alcohol cero porque es realmente significativo que la gente entienda la importancia de no conducir bajo los efectos del alcohol”, concluyó el especialista.

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