Fecha: 28 de Septiembre de 2021
Medio: TN.com
El caso de los dos lactantes menores de dos años que fueron llevados por familiares al Hospital de Niños Orlando Alassia, en Santa Fe, con restos de cocaína en el organismo y cuadros de convulsiones y abstinencia no deja de conmocionar al país. Es el retrato de lo que pasa en muchas familias de todo el mundo con padres adictos a las drogas.
En ambos casos, los bebés presentaban alteración, llanto y malestar general. Cuando el personal médico les realizó los estudios clínicos pertinentes, descubrió que había restos de cocaína en la orina de los dos menores. Uno de ellos se recuperó rápido y fue dado de alta, pero volvió a manos de su familia pese a las denuncias policial y ante la fiscalía realizadas por los profesionales de la salud.
Otro de los bebés ingresó luego de que su tío lo llevara al hospital y se diera a la fuga. Su cuadro, según contaron los médicos en distintos medios de comunicación, es más grave. El menor presentaba convulsiones y síndrome de abstinencia. Luego del proceso de desintoxicación, fue retirado por su madre, que volvió a llevarlo al hospital ese mismo día porque los síntomas persistían. Por tal motivo, debió quedar internado.
Osvaldo González Carrillo, director de ese centro de salud, avisó de inmediato a las autoridades policiales y a la fiscalía, y explicó en diálogo con La Radio UNO: “Un chico de casi dos años ingresó traído por el tío por convulsiones. Se lo trata y cuando se le pide todo el laboratorio, se le encuentran restos de cocaína en la orina. El tío se dio a la fuga”.
En el caso del último menor, el síndrome de abstinencia indicaría que “el consumo no era casual”. En ese sentido, expresó: “El bebé estuvo expuesto a la sustancia durante un largo período de tiempo. Es muy probable que haya sido a través de la leche materna”. Y agregó: “Cuando la madre consume frecuentemente en el embarazo, es mucho más probable que el chico nazca con un síndrome de abstinencia. Los cuadros pueden ser leves y muy graves”.
Cómo pasa la droga a través de la leche materna
Con Bienestar habló con el toxicólogo Carlos Damín (M.N. 81.870), que explicó: “Cuando una madre consume cocaína, sea durante el embarazo o durante la lactancia, la sustancia atraviesa la barrera placentaria (pasa de la placenta hacia el feto) o pasa a la leche materna, por lo que el recién nacido la recibe cuando se alimenta”.
Damín, también jefe de Toxicología del Hospital Fernández y director de FundarTox, agregó:
Cuando una mujer consume sustancias y seguidamente alimenta a su hijo, directamente la sustancia pasa a través de la leche al menor. Ese hijo lo que tiene es la sustancia en su cuerpo, por lo que -en el caso de la cocaína- se va a comportar como alguien con un cuadro de intoxicación y tendrá: agitación, excitación, mucho llanto, no va a poder dormir, malestar general, etcétera. Además, los bebés no saben ni entienden lo que les pasa.
Para el infectólogo Antonio Montero (M.P. 8.249), especialista en pacientes con HIV, “la cocaína (y otras sustancias tóxicas) efectivamente se transmiten por fluidos corporales y mucosas, incluida la leche materna”. Y señaló: “Los lactantes pueden intoxicarse si la madre es adicta ya que la ingieren a través de la leche. Lo peor es que la cocaína se elimina mucho más lentamente en los bebés y niños pequeños que en los adultos. Esta droga puede persistir en sus cuerpitos hasta un mes. Tiene efectos muy severos en el sistema nervioso central y en el circulatorio. Junto con los opiáceos, es una de las drogas más peligrosas”.
¿Produce la cocaína síndrome de abstinencia en bebés y niños?
Damín explicó que no se trata de un cuadro de abstinencia como sucede en los adultos y argumentó: “No produce el mismo síndrome de abstinencia en los chicos por el tipo de mecanismo de acción del organismo a esa edad. Lo que sí va a haber es una alteración en su comportamiento, sobre todo si la mamá consumió mucho tiempo durante el embarazo o el período de lactancia. Esa alteración del comportamiento durará hasta que se elimine la cantidad de sustancia que hay en el organismo del recién nacido o bebé afectado”.
Las posibles secuelas de la cocaína en bebés y niños
Para el especialista, las consecuencias de la cocaína en recién nacidos y bebés pueden ser muy severas: “El impacto que genera la cocaína en el cuerpo del chiquito, ya sea a través de la leche o la placenta, va a ser grave. Pueden tener alternaciones neurológicas, un retardo en el crecimiento neurológico y el desarrollo intelectual. Probablemente tengan un retraso madurativo e incluso mental con el tiempo. Todo eso depende del tiempo y la frecuencia de consumo de la madre”.
Nota completa aquí